Estudios científicos recientes demuestran que aquellas bocas con abundante placa bacteriana, focos infecciosos localizados, enfermedad en encías o mala higiene oral predispone en la severidad del virus.
Hablar de salud bucal en tiempos de COVID-19 es de suma importancia, ya que es uno de los medios de entrada del virus al cuerpo.
Estudios científicos recientes demuestran que aquellas bocas con abundante placa bacteriana, focos infecciosos localizados, enfermedad en encías o mala higiene oral predispone en la severidad del virus, esto sin olvidar que la condición sistémica del paciente es relevante.
El principal receptor del virus en la boca son las mucosas (tejido rosa) y la lengua. La reproducción de este suele ser alto, ya que la boca es la conexión con el resto del cuerpo. Por eso es importante considerar reducir la carga viral a través de la cavidad oral, eliminar todo foco de infección y mantener al máximo la higiene oral.
Los enjuagues
Aunque es importante el uso de antisépticos en boca, no se automediquen los enjuagues porque cada uno tiene su indicación, su función y tiempo de uso.
A la fecha no existe aún evidencia científica que algunos enjuagues bucales eliminen o haga desaparecer la virulencia en SARS-COV2. Lo que sí es importante que antes de la consulta dental y en casa incluir un enjuague como parte del protocolo y que ayude un poco a reducir la carga viral.
El cloruro de cetilipiridinio, compuesto por un amonio cuaternario catiónico, es frecuentemente utilizado como detergente y antiséptico y sí existen estudios que disminuye y destruye la capa lipídica de la influenza H1N1, se cree que puede adoptar el mismo comportamiento con coronavirus, pero hacen falta más estudios que lo comprueben.
La clorexhidina actúa más a nivel bacteriano, si existe evidencia científica que puede actuar e inactivar algunas sepas de virus como herpes simple, influenza. Su uso prolongado puede irritar los tejidos, manchar dientes por lo que no se sugiere utilizar por más de dos semanas, salvo indicación del odontólogo.
El agua oxigenada al 1%, el yodo povidona al 0.1% y algunos aceites esenciales han demostrado reducir la carga viral. Pero, los peróxidos de hidrógeno son muy delicados de utilizar, al igual que su manejo, a largo plazo puede llegar a dañar el esmalte dental.
No se debe olvidar el cambio de cepillo de dientes y el uso de seda dental. Más que el cambio de cepillo es el mantenimiento que se le debe proporcionar; si has tenido algún proceso viral, es mejor cambiarlo de inmediato y cada día colocarlo por un minuto en una solución desinfectante que debe ser orientada por tu especialista.
También es importante el uso del hilo dental por lo menos en la mañana y en la noche para evitar que restos de alimentos queden atrapados y se vuelva una infección en encías.
La prevención siempre será un punto a favor para la reacción y el comportamiento de las enfermedades, recuerda que «la salud entra por tu boca».
Brindarle el mantenimiento adecuado y cuidar de tu nutrición hará que tu sistema se encuentre fortalecido para cualquier virus o bacteria que quiera entrar a tu cuerpo.
Fuente: El Nuevo Día
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